Platero y yo es una narración lírica de Juan Ramón Jiménez que recrea poéticamente la vida y muerte del burro Platero,La primera edición se publicó en 1914 (Ediciones de la lectura), y en 1917 se publicó la edición completa, compuesta por 138 capítulos (Editorial Calleja, Madrid). Quedó clarodesde el inicio que Platero
era un texto adulto, aunque por su sencillez y transparencia se
adecuara perfectamente a la imaginación y al gusto de los niños. Algunos
capítulos encierran una cierta crítica social, revelando una dimensión
del autor que muchos tardaron en advertir.
Recordemos el célebre primer párrafo:
"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría
todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de
sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto
y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las
florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero?,
y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe, en no sé
qué cascabeleo ideal"
Y ahora recordemos a su genial autor:
Juan Ramón Jiménez Mantecón. (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de 1881 – San Juan, Puerto Rico, 29 de mayo de 1958). Poeta español y premio Nobel de Literatura.
Juan Ramón Jiménez Mantecón. (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de 1881 – San Juan, Puerto Rico, 29 de mayo de 1958). Poeta español y premio Nobel de Literatura.
Estudia en la Universidad de Sevilla, pero abandona Derecho y Pintura
para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los
simbolistas franceses. Tiene varias crisis de neurosis depresiva
y permanece ingresado en Francia y en Madrid. En esta ciudad se instala
definitivamente; realiza viajes a Francia y a Estados Unidos, donde se
casa en 1916 con Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil
española, se exilia a Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. En este último
país recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura
en 1956.
La crítica suele dividir su trayectoria poética en tres etapas:
Etapa sensitiva (1898-1915): marcada por la influencia de Bécquer, el
Simbolismo y el Modernismo. En ella predominan las descripciones del
paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color,
los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y
sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través del
perfeccionismo de la estructura formal.
Etapa intelectual (1916-1936): descubrimiento del mar como motivo
trascendente. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno
tiempo presente. Se inicia asimismo una evolución espiritual que lo
lleva a buscar la trascendencia. En su deseo de salvarse ante la muerte
se esfuerza por alcanzar la eternidad, que busca conseguir a través de
la belleza y la depuración poética.
Etapa verdadera (1937-1958): todo lo escrito durante su exilio americano.
La obra poética de Juan Ramón Jiménez es muy numerosa, con libros que
a lo largo de su vida, en un afán constante de superación, repudia - o
de los que salva algún poema, casi siempre retocado en sus sucesivas
selecciones.
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